ENSEÑAR A ENSEÑAR

Enseñar a enseñar. 

Tenemos miles de títulos, certificados, cursos, licenciaturas, diplomaturas y así un largo etcétera. Todos y todas válidos y necesarios para establecer las bases de aquello en lo que queramos progresar o para aquello a lo que nos queramos dedicar. Hasta aquí muy bien, pero que pasa con todo lo demás.

Cuando un entrenador realiza el Curso se lleva la mochila cargada de aprendizaje y de teoría para ser aplicada. Lo mismo pasa en el mundo docente en la Escuela. A mi, sin embargo, me falta la asignatura para poder aprender a “Enseñar”. 

Entrenar es mucho más que dirigir un entrenamiento o un partido, igual que dar una clase es mucho más que impartir un temario. Creo que la clave está en como enseñamos lo que sabemos.

Creo que la clave está en como todo eso se transmite, se amolda, se adapta y sobretodo en como se lidera a esas personas a las que va dirigido nuestro conocimiento en la materia que sea.

No se enseña a enseñar y ahí hay un déficit que lastra tanto al maestro como al aprendiz. Puedo tener mil conocimientos sobre un tema, sobre una materia o sobre un deporte y no ser ni un buen profesor ni un buen entrenador, y todo por no saber como llegar al alumno o al deportista y sobretodo por no saber enseñar .

Como envuelvo lo que sé marcará la diferencia. Como transmito, como uso mi intuición, mi vocación y mi ingenio ayudarán en mayor o menor medida a que mis alumnos y mis deportistas se sientan más o menos curiosos por aprender y progresar en lo que sea.

La misma clase o los mismos jugadores que están obteniendo buenos o malos resultados pueden cambiar esos resultados, a mejor o a peor, en función de como se les dirija o como se les lidere. Que el profesor o el entrenador intuyan la forma de enseñar a cada grupo o equipo será una de las claves para el éxito o la no evolución.

Cambia el docente. Cambia el aula. 

Si tengo que elegir qué hacer con lo que ya sé… me pido que me enseñen a enseñar.