Te gustaría poder comprar unas alas para Volar?

En el fondo nos acompañamos los unos a los otros. A casi todos nos pasan las mismas cosas. Da igual nuestra raza o nuestra Religión. Nos rodeamos con nuestras cosas y con los “nuestros”, y andamos como desconectados de todo lo demás.

Pero no nos damos cuenta que todos sentimos igual el frío. No nos damos cuenta que sufrimos por las mismas cosas y sin saberlo ignoramos que cada cual anda con mochilas a cuestas, similares a las nuestras.

Protegemos nuestro entorno y construimos un fortín con todo aquello que creemos nuestro dentro de él, sin saber que en esa protección también está el principio del fin de la inventiva, de la creatividad, de la explosión de los talentos de cada uno.

Es por ello que frente a los cambios siempre nos enfocamos en lo que podemos perder… no en todo aquello que podemos ganar, descubrir o vencer. Es por ello que siempre nos preparamos más para soportar cualquier fracaso que para aprender a gestionar el éxito. Es por ello que nos tomamos el lujo de dar consejos sobre que debe hacer o no hacer alguien con su vida., que debe pensar o no pensar, sentir o no sentir frente a múltiples situaciones… y mi pregunta es:

Mientras ese “alguien” se ocupa de mi vida y de mis pensamientos quien se ocupa de la suya… y de sus pensamientos?

Álex Rovira cita en su libro La brújula interior que “Aquellos que nos quieren nos dan alas, nos invitan a volar”

En mi opinión es como decirte que no voy a darte consejos solo voy a escucharte y te voy a acompañar, sin juicio, sin dejar charlas ni cuentas pendientes para después.

Para después por si vuelves tendiendo que haber realizado un aterrizaje de emergencia, para después por si creyendo poder volar alto , tuviste que rasear el suelo durante mucho tiempo.Para después por si cuando vuelves en lugar de lagrimas de alegría, te acercas con lagrimas de tristeza, de rabia o de impotencia.Para después por si debes regresar tras no encontrar lo que buscabas.

A veces ese Fortín que construimos para nosotros y los nuestros tiene los muros tan altos que arrasamos con cualquier brote de vida. A veces ese Fortín no nos deja ver la vida. A veces esos muros deberían ser derribados ,a patadas, a pesar de los consejos de los que no saben acompañarnos.

Y si esos muros no pueden ser derribados, deberíamos poder ir a un Gran Centro Comercial donde poder comprar alas para volar…

“Acercaos al abismo, les dijo.

Tenemos miedo, respondieron.

Acercaos al abismo, les dijo.

Se acercaron.

Él los empujó… y salieron volando.”

(Apollinaire)

A partir de hoy os invito a que “Vendáis” alas para Volar.